lunes, 28 de noviembre de 2011

Salta. Ríe. Canta. Se feliz.

A partir de hoy veo todo un poco más claro. El verde ya no es negro, sino verde. Ese río que se desbordaba todas las noches en mis ojos ha quedado vacío, en sequía. He reordenado todas esas ideas que me has alborotado. Sí. Cada día todo lo veo mejor. La música que antes me hacía llorar hoy me hace reír como nunca. Todas esas fotos que nos hicimos que me hacían llorar me hacen pensar. Y me río. Y vuelvo a pensar. Y me vuelvo a reír. No te lo voy a negar. Lo he pasado muy mal por tí. Me has dejado huella. Eres un tatuaje que posiblemente quede ahí para siempre. Es así. Un tatuaje que no se puede borrar, pero tal vez, y solo TAL VEZ pueda disimularse o incluso taparse con otro tatuaje, que eso no quita que el antiguo siga estando ahí. Ahora lo que quiero es aprovechar minuciosamente cada momento que me de la señora vida. Quiero experimentar cosas que antes no había experimentado porque el estar a tu lado lo había evitado. Conocer sitios nuevos, reír como nunca antes lo había hecho. Me gustaría visitar lugares secretos con gente especial. Eso es el principio. ¿El resto? No lo sé. Ya improvisaré. Porque ya no hay tormenta. Ahora brilla el sol como nunca antes lo había hecho. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario